Esta mañana salí a dar mi paseo habitual. El día era apacible pero me inquietaba no oír el canto habitual de los pájaros. Y había razón para ello. A la altura del pinar de Aguamansa, quinto pino a la izquierda, me tope con una nave extraterrestre. No me creeréis, pero fui abducido por una panda de alienigenas que me llevó al espacio sideral.
Allí me dejaron tirado. Menos mal que no me mangaron la cámara y pude matar el tiempo haciendo unas fotitos.
Allí me dejaron tirado. Menos mal que no me mangaron la cámara y pude matar el tiempo haciendo unas fotitos.
Cuando se hizo la noche (de Ganimides), una especie de rayo transparente cayó del cielo y el suelo se abrió. Conseguí meter la cabeza por el agujerito y escapar.
Me desperté en el sillón, sobresaltado por el claxon del hideputa del vecino.
Ale, Antoñito, a echarle imaginación.
qué bonito, tetecito.
ResponderEliminarpreciozo.
mi bruja y pico, y mis dos niños natos, están agradecidos y tararean una canción, pero como no puedo mandarte las imágenes, piensa en el anuncio ese del tío que va a pedir un préstamo y pone a sus nenas a bailar.
un beso, bueno 4 o 5.
P.D.: ¿qué hay de la dirección de correo?
Antoñito, mi correo lo tiene Manolo, el me ha mandado varios mensajes y me han llegado.
ResponderEliminarHola TT, hola Antoñito
ResponderEliminarSoy el Mack.
He intentado encontrar tu correo aquí pero no lo hallo.
Solo pretendo enviarte unas flores en respuesta a la preciosa cala que pusiste en tu blog.
Hoy he enviado un correo a todos los sáquidas y el tuyo, de arrakis, ha sido devuelto.
Saludetes.
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