domingo, 29 de marzo de 2009

Paseo al Risco Blanco

El día amaneció lluvioso, así que salí sin destino decidido. El plan, donde no llueva me echo a pasear. Es la ventaja de los microclimas de la isla. Conseguí un claro en el pueblo de Santiago del Teide. El cielo de todas formas parecía amenazador.


Me encontré con esta miniiglesia. Es muy apropiada para los que tras el O Menage sientan la necesidad de quedar en paz con dios. Subo la foto para Manolo, por si vienen mal dadas y hay que confesarse. Aquí la discreción es total y no tiene sacristía, lo que da un plus de seguridad.


Elegí el sendero del Risco Blanco. El comienzo del sendero estaba guardado por esta especie de perro-oveja, que me miraba, sin atreverse a ladrar, como si nunca antes hubiera visto a un animal sobre dos patas.


El paseo duró poco más de tres horas. Cinco kilómetros acompañado por andoriñas. El Risco Blanco es esta montaña descolorida.


Entre esos peñascos, estoy camuflado, como Wally. Premio para quien me encuentre.

Las sensaciones son de si me caigo me rompo la crisma,

y la isla de la Gomera parece estar a tiro de piedra.

Ya en el punto de partida cogí la carreta y al restaurante. La comida no fue una gran cosa. Tengo que buscar otro restaurante para el O Menage.

3 comentarios:

  1. Qué envidia me das, malandrín. En una capilla así hasta soy capaz de llevar a mi chica al altar.

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  2. Soledad

    Pues yo estuve en Tenerife cuando me casé ¡anda! y no he vuelto ¡sniff!. Discrepo de Manolo, yo en esa iglesia ni rezo ¡qué Kitsch!

    Abrazos

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