Misión: atravezar el mar de nubes, un mar de nubes que parecía un lago helado.
Y sumergrnos en él, mientras alrededor desparece la tierra.
Diez minutos de frío, humedad y silencio. Hasta que se empieza a ver el destino.
¡Y en el viaje me acompañó el retoñito, que iba volando al lado!
¡Preciosas!, como siempre. Y el pico nevado.¡Qué envidia!.
ResponderEliminarY el retoñito ya casi "volará" solo.
Saludos
Monty P.